Hay consenso de que una empresa está compuesta por personas y, a medida que su capital humano mejora, la compañía también lo hace. Una buena gestión crea un ambiente laboral positivo, que impulsa un alto desempeño y, como consecuencia, genera mejores resultados financieros. Así es como se forman los ciclos virtuosos de las corporaciones que se destacan.
Un claro ejemplo de esto son las empresas brasileñas que han logrado expandirse internacionalmente, comprando otras compañías y aplicando sus modelos de gestión exitosos, convirtiéndose en referentes. Es un orgullo para los brasileños ver cómo su modelo se convierte en un benchmark.
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Si pensaste en las personas, estás en lo correcto. Antes de abrir cualquier nuevo negocio o adquirir otra empresa, la pregunta clave es: “¿Quién liderará este desafío?”. No se logrará nada si no se cuenta con la persona adecuada y preparada para asumir ese puesto.
Sin un equipo talentoso y bien formado, la empresa no evoluciona, no mejora y, en muchos casos, pierde oportunidades valiosas por no tener a alguien listo para afrontar nuevos retos.
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Recursos Humanos debe ser uno de los departamentos más estratégicos dentro de cualquier empresa, porque su misión es cuidar el activo más valioso: las personas. El proceso de contratar, entrenar, desarrollar y retener talento es esencial para garantizar el éxito a largo plazo de una compañía, pero todo comienza con una contratación adecuada. Seleccionar al profesional correcto no solo es un ahorro de costos, sino una inversión en el futuro de la organización.
Frases como “Contratar al profesional equivocado sale caro” o “Si piensas que es caro contratar a un experto, espera a contratar a un aficionado” no son solo clichés de las redes sociales, sino realidades comprobadas.
Un error en la selección de personal puede causar problemas tangibles, como los costos de contratación, capacitación y despido, además de problemas intangibles, como la pérdida de tiempo y la desmotivación dentro del equipo. Un mal reclutamiento puede afectar seriamente las operaciones de una empresa, comprometiendo no solo su eficiencia, sino su seguridad y reputación.
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Imagina el daño que puede causar un profesional de finanzas que toma una mala decisión, comprometiendo millones de la empresa, o un ingeniero que pone en riesgo la seguridad de sus compañeros. Estos ejemplos muestran la gravedad de no prestar suficiente atención al proceso de selección y la importancia de contar con profesionales competentes y comprometidos en roles clave.
Aunque muchas empresas reconocen la importancia de un reclutamiento de calidad, no todas le dedican el tiempo ni los recursos que se necesitan. Un reclutamiento exitoso requiere una colaboración estrecha entre la línea de negocio y recursos humanos, trabajando juntos para definir claramente el perfil buscado, tanto en términos técnicos como conductuales. A menudo, la ayuda de consultoras especializadas marca la diferencia, asegurando que el proceso sea lo más eficiente y eficaz posible.
Una parte crucial del proceso de selección es la verificación de referencias. No hay mejor manera de conocer el desempeño real de un candidato que escuchar a quienes han trabajado directamente con él o ella. ¿Cómo era su actitud en el trabajo? ¿Mostraba valores alineados con los de la empresa? ¿Su comportamiento reflejaba profesionalismo y compromiso? Este paso final es, sin duda, el toque de excelencia en un proceso de reclutamiento bien llevado.
Si la respuesta es no, deberías considerar replantear tu enfoque. Contratar bien es solo el comienzo de una historia de éxito. Después de una buena selección, es necesario capacitar y luego enfocarse en la retención del talento. No sirve de nada formar a los mejores si después se pierden en su momento más productivo.
Por lo tanto, dedicar tiempo y esfuerzo a cada etapa del proceso selectivo es fundamental para construir, junto con tu equipo, el futuro de la empresa. En resumen, el éxito de una compañía depende en gran medida de las personas que la componen. Desde la contratación inicial hasta el desarrollo y la retención, cada paso cuenta. Así que, no escatimes en el tiempo ni en los recursos que dedicas a seleccionar a aquellos que, junto a ti, construirán el futuro de tu organización.
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