Santiago, octubre de 2013.- Uno de los temas más complicados de abordar a lo largo de las entrevistas de trabajo tiene que ver con el salario. A nivel de mandos medios, este punto comienza a ser tratado desde que se inicia la búsqueda, ya que las empresas de inmediato preguntan las expectativas de renta y establecen un filtro que les permite avanzar sólo con aquellas personas que efectivamente se enmarcan dentro de los parámetros de sueldo definidos para dicha posición.
Pero a nivel de ejecutivos más especializados, seleccionados para altas funciones, cambia bastante el panorama y las opciones de negociación aumentan de manera considerable.
La consultora en recursos humanos Robert Half desarrolló una guía práctica con siete consejos que son de gran utilidad manejar estos procesos con éxito:
1. Hacer un chequeo de la realidad. ¿Esta la empresa en una posición cómoda para negociar? Averigüe eso antes de intentar cualquier negociación salarial. Como postulante, si le han ofrecido un trabajo en un nuevo equipo o en una empresa que recientemente anunció despidos o débiles resultados financieros, las opciones pueden ser limitadas.
2. Tenga las cosas claras. No entre en negociaciones sin previamente haber analizado las últimas tendencias salariales para su ciudad, industria y el puesto de trabajo al cual está postulando.
3. Conozca sus futuras funciones. Espere a que la empresa plantee el tema salarial y asegúrese de entender completamente los requisitos del puesto al que postula antes de responder las preguntas sobre sus expectativas de sueldo. Para evitar dar un rango muy bajo o muy alto, consulte con otros actores de la industria sobre sueldos promedio.
4. Vaya a su objetivo. Si se le ofrece un nivel de salario que no satisface sus expectativas, está bien que solicite compensaciones adicionales. Y tenga presente que por lo general los empleadores comenzarán ofreciendo un sueldo en el extremo inferior de su rango de salario, dejando así espacio para negociar.
5. No exagere sus niveles de renta. Nunca es una buena idea inflar su actual renta o utilizar ofertas de trabajo de la competencia para obtener una mayor nivel de remuneraciones. Lo mejor es destacar el valor que puede aportar como profesional a la empresa y ser honesto acerca del salario deseado.
6. Pensar más allá del sueldo. Asegúrese de tener una visión completa del puesto de trabajo al que postula más allá del tema sueldo. Por ejemplo, un atractivo paquete de beneficios u oportunidades de aprender y crecer con la empresa, pueden compensar un salario inferior al deseado.
7. Terminar diplomáticamente las negociaciones. Si las negociaciones no tienen el éxito esperado y decide rechazar una oferta laboral, recuerde que debe hacerlo con inteligencia, educación y sentido común.
Por otra parte, un reciente estudio de Robert Half International, basado en entrevistas telefónicas a más de 1.600 directores financieros (CFOs) de empresas con 20 o más empleados, reveló que casi el 40% de ellas están dispuestas a negociar el monto de los salarios ofrecidos a las nuevas contrataciones, siempre y cuando esos ejecutivos sean ampliamente reconocidos como “profesionales top” y puedan asumir cargos clave.
Esto responde, en buena medida, a la escases de profesionales especializados y a la urgencia por de asegurar la contratación de los mejores talentos disponibles en el mercado.
“Los postulantes a trabajos, especialmente aquellos con habilidades específicas de gran demanda, están ganando influencia en las discusiones salariales de hoy. Sin embargo, hay muchas cosas que pueden salir mal en la negociación de sueldos, por lo que los candidatos deben abordarlas con una comprensión clara de hasta dónde pueden llevar la conversación”, señala Max Messmer, presidente y director general de Robert Half International.